Reseña                 

 

Rosalía Winocur y Rosario Sánchez Vilela

Familias pobres y computadoras Claroscuros de la apropiación digital

 

Editorial Planeta

Montevideo-Uruguay, 2016, 311 pp.

https://doi.org/10.26441/RC17.1-2018-R4

Los programas de inclusión digital que se han implementado en América Latina han sostenido altas expectativas en cuanto a la inclusión social y la disminución de las brechas que afectan a la población, especialmente a la menos favorecida. Sin embargo, estas aspiraciones y los resultados de estos programas se ponen en contraste con los limitados resultados de las evaluaciones que se han llevado a cabo para medir su impacto sobre los distintos grupos sociales a los que atienden.

 

Las evaluaciones cuantitativas, que han prevalecido como la estrategia de los gobiernos para monitorear las iniciativas de TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), han puesto el énfasis en medir el acceso, la conectividad y el desarrollo de competencias en lo digital, en general, en valorar en qué medida se alcanzaron los objetivos de la política implementada. Esta medición del impacto ha dejado de lado el reconocimiento de las realidades y experiencias de las personas con las TIC desde sus propios contextos y universos simbólicos, así como las formas en que la política pública se concreta en escenarios y con personas reales. En esta obra, Rosalía Winocur y Rosario Sánchez recuperan acertadamente esta otra cara de la evaluación, indagando en lo que ocurre "en el encuentro (o desencuentro) entre la política y los sujetos" (p. 252).

 

Las autoras abordan el caso del Plan Ceibal (Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea) en Uruguay, una de las primeras iniciativas en América Latina mediante la cual se entregaron, con cobertura total, equipos de cómputo portátiles a niños de primaria y secundaria para su uso en la escuela y el hogar. En particular, el estudio del que da cuenta este libro se centra en el segundo escenario, el ámbito doméstico, en el cual se buscó indagar en las experiencias de apropiación de las computadoras por parte de las familias de menores recursos.  

 

El enfoque socio antropológico, que asume el estudio se fundamenta, por una parte, en una visión de las computadoras, no sólo como dispositivos tecnológicos, sino como artefactos culturales portadores de representaciones y significados sociales y, por otro lado, en la premisa de que estas significaciones condicionan, posibilitan o limitan sus usos y aplicaciones. Comprender las realidades socioculturales resulta clave para conocer de qué manera las iniciativas de TIC son imaginadas e incorporadas en contextos particulares, en este caso, en espacios comunitarios y domésticos caracterizados por desigualdades sociales y asimetrías digitales.

 

El hogar se concibe no sólo en tanto espacio físico, sino como un espacio simbólico fundamental, en el que tiene lugar la apropiación. La familia, por su parte, es vista como un ámbito constitutivo de sentido en el que confluyen lógicas y vivencias particulares que configuran ciertas formas de socialización y apropiación de la tecnología. En este escenario, las autoras apuestan por un abordaje evaluativo complejo, en el que desentrañan lo que refleja acertadamente el subtítulo de la obra: los claroscuros de la apropiación digital, en otras palabras, los encuentros y desencuentros, las tensiones y negociaciones de sentido, los matices y rupturas que reflejan una relación contradictoria y en ocasiones conflictiva de las familias con la computadora.

 

La llegada de la computadora a los hogares, en general, deriva apropiaciones significativas en las familias, las cuales no sólo implican el dominio digital, sino una comprensión y aprovechamiento de sus ventajas para distintos ámbitos de la vida cotidiana. Asimismo, se identifican representaciones favorables, principalmente en cuanto a la igualdad de acceso, que se asocia con una mayor equidad y posibilidades de ascenso e inclusión social. No obstante, la computadora es también vista como un "artefacto extraño" que irrumpe en las dinámicas familiares; su incorporación soporta, a la vez que sentimientos de admiración, temores debido a que desafía las lógicas tradicionales de la casa y la escuela, las maneras de socializar, de aprender, los límites entre lo público y lo privado, e incluso las formas de autoridad de los padres frente a los hijos. Con el imaginario de los padres acerca de la computadora como herramienta de progreso, asimismo, conviven sentimientos de exclusión fundados en la falta de habilidades prácticas y recursos simbólicos para manejar la tecnología. Existe cierta nostalgia por "el pasado sin computadoras" y ellos mismos asumen su incapacidad para aprender a utilizarlas; en todo caso, las esperanzas están depositadas en el futuro de los hijos, en mayores oportunidades laborales y de inclusión social.

 

Es destacable que el acercamiento con las familias para conocer sus procesos de apropiación de las computadoras implicó desafíos metodológicos y prácticos, los cuales son recuperados en esta obra para dar cuenta del proceso de reflexividad que se mantuvo durante todo el curso de la investigación. Entre estos desafíos destaca el de "entrar" a los universos simbólicos de familias en situaciones críticas; como lo señala un miembro del equipo de investigación, el hecho de ponerse a hablar "sobre computadoras" en contextos, en muchos casos, carentes de acceso a servicios básicos como luz y agua potable. No obstante, el reconocimiento reflexivo de estas situaciones es congruente con la esencia del estudio mismo, de comprender las matrices culturales que atraviesan y permiten explicar las desigualdades sociales, en general, y los procesos de apropiación de las TIC, en particular.

 

Esta obra tiene un gran valor para los interesados en los procesos socioculturales de apropiación de las tecnologías, así como para quienes se encuentran en la búsqueda de perspectivas de evaluación holísticas e integrales de la política pública. Su contenido, rico en ilustraciones empíricas, permite al lector dar un recorrido por los universos simbólicos de las familias participantes, además de profundizar el conocimiento de las condiciones socioculturales de apropiación tecnológica, desde un enfoque interpretativo que recupera las perspectivas de los actores sociales, desde sus propias representaciones y experiencias en la vida cotidiana. Su aporte se considera, además, un insumo valioso para orientar políticas e iniciativas en torno a las TIC, ya que ofrece un panorama detallado acerca de la apropiación digital, el cual se encuentra a disposición a lo largo de las páginas de este libro.

 

 

Por Mónica del Rocío Cervantes Velázquez

mcervantes110388@gmail.com

 

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