Reseña
Carlos A. Scolari (Ed.)
Ecología de los medios
Gedisa Editorial. Barcelona, 2015, 297 pp.
La ecología de los medios es una disciplina con un recorrido académico joven, pero regularmente amplio, cuyo estudio viene desde diversos campos, como el humanístico, el biológico, el educativo, el sociológico y el tecnológico. Nacida alrededor de 1960, de la mano de académicos como el canadiense Marshall McLuhan y el neoyorquino Neil Postman, la metáfora ecológica aplicada a los medios acepta al menos dos interpretaciones: los medios como generadores de ambientes que “afectan a los sujetos que las utilizan” (p. 29), y los medios “como especies que viven en el mismo ecosistema y establecen relaciones entre sí” (p. 30).
En este sentido, la publicación del conocido estudioso de la comunicación y de los medios digitales Carlos Scolari, recoge diversos textos, entre intervenciones orales y trabajos escritos, con los que se pretende dibujar el recorrido teórico de la disciplina. El autor hace un esfuerzo por contener en un libro la ecología de los medios de ayer y de hoy, tratando, como él mismo lo dice, de “encuadrar desde la teoría las grandes mutaciones que vivimos en este convulsionado inicio de siglo” (p. 38).
De esta forma, la presente edición está compuesta por tres partes. En la primera de ellas, “Los padres fundadores”, Scolari nos ubica en el nacimiento de la ecología de los medios y repasa sus fundamentos. Apertura esta sección una densa entrevista a McLuhan, publicada en 1969. Se trata de un texto que busca sintetizar el pensamiento visionario del autor, escudriñando en sus ya conocidos postulados como “el medio es el mensaje”, o “los medios son extensiones del hombre”; explicando su influencia y desarrollo en entornos sociales concretos como la cultura, la política o la educación.
En esta primera parte también tiene lugar el sociólogo y comunicólogo Postman, quien con su discurso inaugural en la primera conferencia de la Media Ecology Association, enmarca el estudio de los medios en un contexto ético o moral. El autor desarrolla una teoría humanista del ecosistema mediático, basada en la importancia del mismo para la promoción del conocimiento de la realidad del hombre.
La Escuela de Comunicación de Toronto es descrita al detalle también en esta primera parte. Jesús Octavio Elizondo Martínez explica cómo es que las coincidencias biográficas y teóricas de Havelock, Innis y McLuhan llevaron al nacimiento de esta escuela, la cual se enfoca en el estudio de la naturaleza de las tecnologías de la comunicación y su relación con el sentido social del tiempo y del espacio. Como acertado cierre de esta sección se encuentra “La ecología de los medios y la educación de los medios en los Estados Unidos” de Thom Gencarelli. Este texto busca analizar la influencia del pensamiento mcluhaniano en el de Postman, destacando la base educativa de la teoría general que establece este último; así, se da una respuesta al porqué es necesario que la ciudadanía reciba una educación mediática.
Para la segunda parte, Scolari recopila contribuciones de “Los discípulos” de los padres del estudio de la ecología de los medios. Inicia el apartado Lance Strate, quien hace una defensa de la teoría de McLuhan, valiéndose de explicaciones racionales que dan sustento lógico a los postulados del autor canadiense.
El estudioso de los medios y la cultura popular Paul Levinson también es considerado en esta sección, con su título “Los principios de la evolución de los medios: la supervivencia del más apto”. El texto parte de un recorrido por la evolución de los medios, analizando por qué algunos sobreviven y otros no, para luego dar pase a una serie de principios, que si bien fueron enunciados hace más de 35 años, adquieren valor actualmente pues establecen una serie de condiciones que deben cumplir los medios para poder sobrevivir.
Cierra este segundo apartado el ecólogo Robert Logan, uno de los intérpretes más fieles a las ideas de McLuhan. Con su contribución, el autor busca desnudar la disciplina en cuestión para demostrar que esta tiene como base la interacción de los medios con nuestra naturaleza biológica. Como el mismo Logan lo dice, se trata de “un texto muy especulativo y preliminar que defiende una perspectiva ampliada de la ecología de los medios que abarca la biología” (p. 216).
En la última sección del libro se habla de “Las nuevas fronteras” del estudio ecosistémico de los medios. Indrek Ibrus ofrece un análisis de la evolución de los medios desde el enfoque específico de la “semiótica de la cultura” que, con factores como el poder, llega a condicionar los entornos mediáticos.
En el capítulo “Movilidad y producción audiovisual: cambios en la nueva ecología de los medios”, Denis Renó, referente en el campo del periodismo transmedia, hace una redefinición de algunos conceptos de la ecología de los medios. Así, toma las ideas de McLuhan y es capaz de aplicarlas al contexto actual, donde, más allá de intentar descubrir hasta cuándo un medio puede sobrevivir, lo que interesa es comprender cómo se desarrolla y consolida la relación sociedad-medios en un escenario donde hay espacio para medios viejos y nuevos. Consecuentemente, Renó habla de una nueva ecología mediática determinada por dos factores esenciales: la web 2.0 y los dispositivos móviles.
El capítulo que da cierre a este apartado y a toda la publicación, es el de “Ecología, arte y política: la estética como control (contra) ambiental”. Escrito por Sergio Roncallo Dow y Diego Mazorra, este texto pretende dar una visión actual del mundo con los ojos del pasado; así, se hace una relectura de la idea de “sonda” de McLuhan enmarcándola en la cultura contemporánea.
En su mayoría, los textos presentes en “Ecología de los medios” son de lectura clara, pues la estructura que se sigue es ordenada y lógica, sabiendo combinar aspectos pasados y presentes, con predicciones incluso silogísticas de la disciplina de estudio. Estamos frente a una publicación de lectura necesaria para aquellos investigadores interesados en las nuevas formas y procesos que asume la comunicación en el contexto mediático actual. De hecho, esta recopilación de contribuciones académicas en la medida en que resuelve muchas preguntas, también las genera, dando pie a mucho por investigar en el campo.
Por Kelly Robledo Dioses
kelly.robledo@udep.pe