Reseña/
Varios autores – El País
Libro de Estilo de El País
Aguilar. España, 2014. 648 pp.
El Libro de Estilo de El País hizo su aparición un año y medio después de la fundación del diario, en noviembre 1977. Tras casi 38 años de vigencia, en mayo de este año, el diario madrileño ha publicado su vigesimosegunda edición, que busca adaptar el rigor del trabajo periodístico tradicional de la prensa escrita al nuevo entorno del ciberespacio y de los medios digitales.
Con esta versión del manual, El País deja de concebir a los redactores como personas dedicadas a elaborar información para un formato de papel, para comprenderlos como profesionales enfocados en conseguir y editar información de calidad que será difundida después según las distintas salidas que permite la tecnología: en el portal web, en las aplicaciones móviles, en las redes sociales y, por supuesto, también el tradicional papel. Se trata de un manual de estilo que se adapta al futuro.
El responsable de la revisión y elaboración del vademécum fue el periodista Alex Grijelmo, quien también lo tuvo a cargo desde inicios de los noventa hasta el 2004, cuando lo nombraron presidente de la Agencia española de noticias Efe. Para elaborarlo, Grijelmo realizó una revisión integral de la versión anterior para adaptarla a los cambios que ha tenido la labor del periodista en los últimos años. Durante esta tarea, contó con el asesoramiento de especialistas en función de cada tema entre los que destacan la filógoga Clara Lázaro y los expertos en nuevas tecnologías y lenguaje José Antonio Millán y Xosé Castro.
Básicamente, este libro de estilo está divido en tres grandes bloques. En el primero, ‘Manual’, presenta los principios éticos del diario, las normas de escritura (tipografía, nombres, abreviaturas, etc.), el tratamiento y la presentación de los contenidos, las normas de ortografía y gramática, y realiza un repaso de los errores más frecuentes.
El ‘Diccionario’ corresponde a la segunda parte. En más de 300 páginas, el diario recoge los distintos términos, siglas y acrónimos, así como sus respectivos significados. Por último, a manera de ‘Apéndice’, presenta
diversas tablas de equivalencia de pesos, medidas y distancias; el estatuto de la Redacción y el del Defensor del lector; y, finalmente, el sistema de signos de corrección que tiene el medio.
Entre las novedades que aporta la guía, resalta la inclusión de diversos aspectos gramaticales según la Nueva Ortografía de la Real Academia Española y del uso particular del español por parte de los hablantes: gentilicios, topónimos nuevos y actualizados, neologismos, transliteraciones, ortografía, abreviaturas, siglas, denominaciones científicas, lenguajes informáticos, entre otros.
Otras de las novedades es la inserción a la sección ‘Vocabulario’ de más de cien términos del mundo del internet y la informática –la mayor parte de ellos neologismos– y de más de una veintena de palabras propias del español de América con la finalidad de asegurar el buen empleo de esta norma del mundo hispanohablante, lo que ratifica la vocación latinoamericana con la que se concibió El País que actualmente tiene edición global dedicada en exclusivo para este continente.
Un aspecto que no deja de lado este manual es el desarrollo de cuestiones relacionadas con la deontología profesional, por lo que se convierte en un libro de estilo de ‘segunda generación’, tal como lo define José Luis Martínez Albertos, catedrático y uno de los mayores representantes de
la escuela del periodismo español. Así, los pilares éticos se mantienen edición tras edición: el rigor informativo, la verificación de los datos, el contraste de las fuentes y hechos informativos, la consulta a la persona perjudicada, la
presentación de las posturas divergentes, el respeto de los derechos básicos de la persona como el honor, la intimidad y la imagen, y la pluralidad de opiniones.
Son dos las cuestiones éticas incluidas en esta nueva edición del manual de El País que resaltan debido a que son producto de la apertura del medio al mundo del internet: la regulación de la cámara oculta y el derecho al olvido. Debido a la multimedialidad del portal elpais.com, es posible informar con material audiovisual. Por ello, la guía establece que el periodista solo puede recurrir al uso de la cámara oculta cuando este sea el último recurso posible y la información sea indudablemente de interés general, siempre y cuando el periodista no haya suplantado su identidad, violado el acceso a lugares privados o vulnerado el derecho a la intimidad, al honor y a la propia imagen.
El País es consciente de la facilidad que existe para recuperar información en internet, lo que puede perjudicar la vida a las personas que en algún momento fueron protagonistas de alguna falta o un delito menor. En ese sentido, la nueva versión del libro plantea la figura jurídica ‘derecho al
olvido’, que busca congeniar el derecho a la información y a la documentación
con el derecho de toda persona a rehacer su vida y de olvidar algunos aspectos de su pasado. La cabecera española asegura que nunca realizará la eliminación de los archivos digitales de El País; sin embargo, establece la posibilidad de ocultar este tipo de información de los motores de búsqueda de la red.
La vigesimosegunda edición del Libro de Estilo de El País continúa siendo una guía vital y un referente para el buen ejercicio profesional en el
periodismo de lengua española. Con esta renovación, que buscar lograr una convergencia con los nuevos medios digitales sin olvidar los principios básicos de la información, El País se posiciona como un medio de comunicación líder, tal como lo hizo en su momento la agencia Efe con el lanzamiento de su manual con una perspectiva multimedia: el Libro del Español Urgente –proyecto que también fue liderado por Grijelmo.
Su empleo y utilidad seguirá el camino de las exitosas versiones publicadas anteriormente, por lo que su total provecho atravesará, sin duda, las fronteras de las salas de redacción de El País: lectores y seguidores del diario, periodistas de otros medios, profesores y estudiantes de periodismo, y otros profesionales ajenos al mundo de la comunicación lo continuarán considerando como un documento de consulta y una guía básica dentro del proceso de aprendizaje de la correcta escritura y el buen uso del español.
Por Alan David García Saldaña
alan.garcia@outlook.com.pe