Reseña/
Daniel Kahneman
Thinking, Fast and Slow
Editorial: Farrar, Straus and Giroux. Nueva York, 2011. 512 páginas
En el año 2002 Daniel Kahneman ganó
el Premio Nobel en Economía, hecho
inusual pues él es un psicólogo. En
realidad, él es uno de dos psicólogos
que, a partir de la década de 1970, se
propusieron desmantelar una
propuesta largamente establecida en el
cuerpo teórico de la economía: que el
denominado Homo economicus
siempre toma decisiones y realiza
juicios de forma ordenada y racional.
El segundo psicólogo que se embarcó
en este proyecto fue, Amos Tversky,
fallecido en 1996 a la edad de 59 años.
Si hubiera vivido Tversky, sin duda
habría compartido el Nobel conKahneman. De hecho Kahneman le
dedica ‘Thinking, Fast and Slow’ a su
antiguo colega y apreciado amigo.
Así la irracionalidad humana es el grantema del libro, el cual se estructura de
acuerdo con la carrera investigadora
de ambos psicólogos. ‘Thinking, Fast
and Slow’ aborda el tema
fundamentalmente analizando los
sesgos de la intuición y errores en la
inteligencia humana, pero sin ir en
detrimento de ella. Como bien señala
el autor cuando hace un símil como la
medicina, que al centrarse en las
enfermedades no niega la salud de las
personas.
En palabras del propio autor, en sus estudios se dedicaban a documentar los errores en el pensamiento de la gente normal y a buscar el origen de dichos errores en el diseño de la maquinaria de la cognición.
De hecho la obra es un resumen
divulgativo de las experimentaciones y
descubrimientos científicos que ambos
psicólogos cognitivos realizaron desde
que empezaron a trabajar juntos a fines
de la década de los setenta del siglo
pasado, y más concretamente desde la
publicación de su influyente artículo
‘judgement under uncertainty:
heuristics and biases’ en la revista
Science en 1974. Dicho artículo es un
punto de referencia y sigue siendo
citado ampliamente hasta la actualidad.
El autor señala desde un inicio la
dicotomía en la comprensión quetenemos de la forma en que los sujetos
procesamos información. Por un lado
el trabajo mental que produce
impresiones, intuiciones y multitud de
decisiones y que sucede
silenciosamente en nuestras mentes, y
por otra parte la idea de que nuestro
pensamiento siempre es un discurso
ordenado de experiencias conscientes.
experimentales el autor, junto con
Tversky, observaron que los sujetos
utilizaban más la semejanza de su
conocimiento ante los fenómenos que
los datos objetivos o estadísticos
relevantes. A esta forma de proceder la
denominaron heurística simplificadora,
que es una suerte de regla general
confiable que utiliza el individuo para
realizar decisiones y juicios difíciles.
Kahneman explica que el pensamiento
intuitivo es más fácil de utilizar y
también más proclive al error, utiliza
atajos simplificadores al practicar la
heurística por lo que puede derivar en
diversos sesgos.
Del estudio en la confianza de tales
heurísticas observaron que eran
capaces de predecir sesgos en el
procesamiento de información de los
sujetos, errores sistemáticos previsibles
en sus intuiciones y otros procesos
mentales. De ahí que Kahneman
sostenga que la mayoría de nuestros
juicios son apropiados la mayor parte
del tiempo, pero no siempre.
El autor anota que un avance reciente
es que la emoción también se
encuentra presente en la dinámica de
juicios y decisiones intuitivas y se
describen como heurística afectiva. En
estos casos los juicios y decisiones son
guiados por agrado y desagrado con
escasa deliberación y racionamiento. Es
importante porque en sus inicios
ambos investigadores solo se centraban
en los sesgos de naturaleza
estrictamente cognitiva.
Fundamentalmente hay tres fases en
el desarrollo cronológico de
investigación de Kahneman y Tversky.
En el primero, ambos hicieron una
serie de experimentos que revelaron
una veintena de sesgos cognitivos
(aquellos errores inconscientes de
razonamiento que distorsionan
nuestro juicio).
Un típico sesgo cognitivo es el ‘Efecto
de anclaje’ que se manifiesta en la
tendencia a ser más influenciado ante
la resolución de un problema por
datos similares irrelevantes que el
individuo ha obtenido en experiencias
previas. A lo largo de la obra se van
exponiendo distintos sesgos que ambos
estudiosos descubrían y observaban.
En esta primera fase también expone
su visión del procesamiento de
información, que divide en el Sistema
1 y el Sistema 2. El primero más
automático y propio de los
pensamientos de naturaleza intuitiva y
heurística, y el segundo apropiado
para la toma de decisiones y
realización de juicios que requieren
mayor esfuerzo mental.
En la segunda fase, Kahneman y Tversky mostraron que al tomar decisiones en condiciones de incertidumbre las personas no se comportan de la manera en que los modelos económicos han asumido tradicionalmente, es decir que no maximizan la utilidad.
En la tercera fase de los estudios,
posterior a la muerte de Tversky,
Kahneman profundizó en la
‘psicología hedonista’ también
denominada la ciencia de la felicidad,
con el objeto de encontrar su
naturaleza y sus causas.
‘Thinking, Fast and Slow’ cubre las tres etapas de una forma divulgativa que no merma el detalle y fundamento científico. En esta obra Kahneman hace un recorrido por su historial de descubrimientos, sin dejar de utilizar la terminología técnica propia de sus investigaciones y campo de estudio, sin embargo logra ponerlo todo al alcance del lector que se encuentre interesado aunque éste sea ajeno a la ciencia psicológica.
Por Lizardo Vargas Bianchi
lizardo.vargas@udep.pe