Artículo
De la caverna al Chinese Theater: la pantalla de cine como espejo del drama humano
Resumen
Los relatos cinematográficos se asocian a menudo con la narrativa de evasión o con el género de entretenimiento, como una fórmula dramática que facilita la huida de la realidad. Si el cine fuera simple ilusión desligada del mundo, habría que aceptar la naturaleza irreal de los personajes y acontecimientos que se relatan en los guiones. Sin embargo, nuestra experiencia como espectadores nos recuerda que, en múltiples ocasiones, el cine ha constituido para nosotros un objeto de reflexión, de apasionado debate o de emociones sinceras. Porque, como explica el cineasta y dramaturgo David Mamet, “el cine no es un sitio al que se va para olvidar, sino más bien un sitio al que se va para recordar”. Siguiendo al director de State and Main tenemos que aceptar que el cine, en cuanto narración, ofrece a creativos y espectadores una referencia directa a la realidad y al mundo que habitamos. Es decir, el tiempo que pasamos sentados delante de una pantalla luminosa es tiempo real y pertenece a nuestras vidas, interviene en la formación continua de nuestra personalidad y apela a nuestra visión del mundo, provocando la sintonía o el rechazo. Y esto no sería así si detrás de cada relato cinematográfico no existiera un director o un guionista dispuesto a ofrecernos una historia sobre el drama humano. Con este trabajo nos proponemos tratar sobre el cine en cuanto visión de la persona humana y reflejo más o menos fiel de su espectáculo cotidiano, pues el hombre y sus misterios son la materia que alimenta la creación de historias, desde los relatos cavernarios de la edad del mito hasta los últimos estrenos del Chinese Theater de Hollywood. En segundo lugar, abordaremos las claves narrativas empleadas por los guionistas a la hora de aplicar categorías dramáticas a la realidad, pues en esto consiste la escritura de un guión y su posterior rodaje.
Palabras clave
Guión cinematográfico, conflicto, verosimilitud, ficción, personaje