Reseña/

 

Mattelart, Armand

Historia de la sociedad de la información

Edición en castellano, Barcelona, Paidós, 2002 (v.o. 2001), 194p

 

Amparada en las promesas de una construcción social más solidaria, abierta y democrática, la sociedad de la información es una realidad que ha impregnado los esfuerzos sociales de realización humana más actuales con un dinamismo únicamente comparable al que contagio la conquista del espacio, en el pasado siglo XX.

 

En esta línea, la obra "Historia de la sociedad de la información", del reconocido profesor Armand Mattelart, de la facultad de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universidad de Paris-VIII, busca desentrañar las principales premisas sobre las cuales se fundamenta toda esta construcción social imaginaria.

 

Más que un ataque a la tecnología o a su uso indiscriminado, la obra devela las raíces del imperativo tecnológico o de los principales conceptos que sostienen nuestra actitud complaciente ante las nuevas tecnologías.

 

Y es que detrás de aquella actitud de sometimiento absoluto ante la existencia y avance de las nuevas tecnologías como medios de construcción social parece haber -según Mattelart- una serie de presupuestos que han consolidado un estilo "sentido común tecnológico" impregnándolo de un fuerte hedor autoritario.

 

En la misma línea de importancia -aunque en segundo lugar- Mattelart desarrolla en esta traducción -edición revisada y ampliada por el mismo autor- una mezcla de la perspectiva cronológica con la perspectiva geopolítica, estableciendo con esta metodología una conexión clave entre seis conceptos estratégicos:

 

a) El culto al número como forma de organizar el pensamiento y el dialogo público. En este apartado, Mattelart demuestra como el número ha sido utilizado para determinar la existencia social. Una muestra cotidiana de ello puede ser nuestra expresión tan recurrente: "no cuentan conmigo para nada".

 

b) La funcionalidad como concepto clave para entender el matrimonio entre un estilo de vida tutelado por la primacía de un valor científico-industrial por sobre un derecho natural a una vida privada, consolidando así, un nuevo tipo de sociabilidad.

 

c) El establecimiento de una matriz matemática para lacomunicación, que estáfuertemente ligado a una
asimilación de la informática en la cotidianidad y, por consiguiente, a la sistematización de todas las formas de expresión bajo un mismo y único patrón, lo cual termina acallando cualquier forma de protesta social que no se inscriba bajo esas reglas de actuación.

 

d) La adjudicación de un valor geopolítico a las redes virtuales,en tanto que ya no estamos enuna economía de productosmanufacturados, sino en unaeconomía de servicios, dondeson más importantes lasrelaciones humanas que seestablecen. Como expresión deeste argumento el autor analizala denominada diplomaciavirtual.

 

e) La aniquilación de la mayor parte de los esfuerzos por establecer un orden social más consolidado, a través de las distintas políticas publicas, debido a la aparición de nuevas realidades, mas globales y menos sometibles a un único tipo de ordenamiento, y

 

f) El atisbo de una sociedad civil más global bajo la hegemonía estadounidense, marcada por eldeterminismo tecnológico ysojuzgado a una normalizaciónindeclinable, de fuertesintereses norteamericanos, perocon escasas explicaciones parael resto del mundo. SegúnMattelart, esto atenta contra losprincipales valores de unasociedad informacional:descentralización,globalización, armonización yotorgamiento de plenospoderes para hacer -empowerment- (p 144).

 

La obra concluye con una adenda, producto de una entrevista otorgada por Mattelart al suplemento Le Monde interactif donde arremete contra la desidia social respecto a la necesidad de reinventar una nueva sociedad de la información, alternativa que debería inquietar - según el autor- a muchos de los ámbitos de la actividad humana.

 

Con esta obra, el francés vuelve a poner en boga sus reconocidas dotes de historiador e intenta una
explicación arriesgada. Su concatenación de esfuerzos investigadores es patente y su estilo de insertar documentos intersticiales contribuye a ver en ella una alternativa de alto valor documental, importe que también puede apreciarse en sus obras anteriores como Historia de la Utopía planetaria: de la sociedad profética a la sociedad global (2000, vo. 1999), La mundialización de la comunicación (1998, v.o. 1998) e Historia de las teorías de la comunicación (1997, v.o. 1995).

 

Por José Luis Requemo Alemán


Revista de Comunicación - Facultad de Comunicación - Universidad de Piura | www.udep.edu.pe | Aviso legal