Reseña/

 

Patricia Diego

La ficción en la pequeña pantalla. Cincuenta años de series en España

EUNSA. Pamplona, 2010. 202 pp.

 

El cumplimiento de los cincuenta años de la televisión en España en el 2006, ha sido el motivo para que la autora Patricia Diego revise la producción de series en este país con una visión refrescante, que apunta a comprender el futuro de la televisión, basándose en la historia y los fenómenos que le preceden.

 

Los cambios detectados desde el inicio, fueron generados por diversos aspectos: avances tecnológicos, innovación de formatos en la producción internacional y nacional, variación de las preferencias de las audiencias por ciertos formatos, cambios en los estilos de organización de las cadenas y productoras, y las tendencias e influencias de contenidos dentro y fuera de las fronteras españolas. Comprender el avance cronológicamente, permite ver cómo ocurrieron los cambios y el aprendizaje de los profesionales que tuvieron a cargo las producciones en las que las cadenas y productoras se embarcaban. Esto es de gran ayuda para entender cómo han evolucionado los métodos de producción en España hasta nuestros días.

 

La historia de la televisión española se inaugura con el inicio de las transmisiones de la cadena pública: Televisión Española (TVE) en 1956. Es por esto que el primer capítulo se concentra en sus primeros trabajos para la pantalla. Desde la transmisión de teatro en vivo, cuando la tecnología disponible obligaba a emitir en directo, pasando por el teatro en diferido, cuando el vídeo así lo permitió, se exponen los rasgos de producción de los inicios, que marcaron la pauta que enfrentaría el resto de la producción de ficción televisiva en los siguientes años.

 

También se revisan las novelas seriadas, que empezaron adaptando obras clásicas de la literatura, como ocurrió en 1957 con Oliver Twist; las miniseries relacionadas con las novelas seriadas que cubren historias de la literatura, biografías y también miniseries basadas en guiones originales; también se estudian, junto con las series dramáticas, las series de producción ajena, con las que se hizo escuela con remakes de formatos americanos como ocurrió con el primer sitcom Las chicas de oro, basado en la americana The Golden Girls.

Es meritorio que a través de este documento bibliográfico se haya rescatado información valiosa de cómo se llevó a cabo la estandarización de los procesos de producción de las ficciones audiovisuales en España durante los primeros años de la televisión, gracias a entrevistas con profesionales que protagonizaron estas etapas, ya que no existe un material bibliográfico previo que lo contenga.

 

El segundo capítulo empieza con la inauguración de la etapa de la competencia televisiva con las primeras emisiones, en 1990, del primer canal privado en España: Antena 3. Se analiza los formatos y series que se producen y su contexto económico e histórico. A partir de esta etapa, con la variable de la medición de audiencias, se añade un grado de dificultad a la competencia entre canales. Los privados, luchan por acabar con la hegemonía que había logrado TVE en treinta y cuatro años de monopolio y subvenciones. En 1983 la televisión estatal es obligada a sobrevivir exclusivamente con la venta de publicidad, pero diez años después vuelve a recibir subvenciones estatales, lo que sumado a su venta publicitaria pone en desventaja a las cadenas privadas y genera debate hasta el día de hoy.

 

En este contexto las series nacionales lograron desplazar a las series de producción ajena del prime time y de las preferencias del público. Sus características de producción apuntaban a su permanencia en la pantalla, dirigiéndose a un target familiar. Atrás quedaron las series diseñadas para “recorridos cortos”, cuando carecían de la presión de la competencia o la venta publicitaria.

 

El tercer capítulo revisa “Los años dorados de la ficción nacional (1995- 1999)”, que se apoyan en la consolidación de la ficción propia que le precede en los primeros cinco años de esa década. Se experimenta aquí un crecimiento sin precedentes de la cantidad de producciones y de los resultados de su teleaudiencia. Se desmenuzan las principales series para comprender en qué contexto se crearon y qué elementos contribuyeron a su éxito. No sólo se ven las series más importantes sino además las productoras independientes que surgen como proveedoras de contenidos a las nacientes televisiones autonómicas.

 

El cuarto capítulo muestra cómo la aparición de los reality shows debilita la posición de las series en las preferencias del público. Se repasa los títulos principales de los programas de telerrealidad con mayor éxito y los que intentaron seguirles los pasos, así como las series que hicieron la lucha por mantener el formato presente en las pantallas.

El quinto capítulo estudia cómo la ficción de producción española vuelve a repuntar después de unos años de lucha contra otros formatos. En esta etapa también se detecta producciones extranjeras que vuelven a fortalecer su presencia, junto con la experimentación de nuevas alternativas creativas a las ya reconocidas por el público español.

 

La autora no limita su análisis a los 50 años de la televisión en España, sino que, su revisión cronológica y temática, continúa investigando sobre las tendencias en los años que le siguen hasta el 2009, en su capítulo final “Últimas tendencias en la producción de ficción nacional (2007-2009), con miras al futuro”.

 

En general, la investigación contiene mucha información valiosa de las teleseries que han hecho historia en España. Además ofrece datos importantes de las cadenas de televisión y las productoras independientes de contenidos audiovisuales, que se han abocado a innovar permanentemente para mantener el interés de la teleaudiencia que actualmente está cambiando en sus costumbres de consumo del medio, influenciada poderosamente por internet.

 

En este libro se hace un seguimiento de la profesionalización de los procesos de producción. También ayuda a entender cómo sirvió en España la etapa de consumo de televisión extranjera (generalmente norteamericana), tan común para otros países. Este fenómeno se considera de aprendizaje para la industria española, que empezó emitiendo programas que le llegaban enlatados, pasando luego a adaptar formatos y series de éxito hasta que el ejercicio se transformara en creación original de sus propios contenidos dirigidos al público español. “La ficción en la pequeña pantalla” es de gran interés para cualquier persona que desee comprender hacia dónde se dirige la televisión, no sólo en España sino en otros países.

 

Por Juan Carlos More Mori
juan.more@udep.pe

 

 

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